Resulta difícil hablar de las muchas costumbres y tradiciones que conforman la identidad de España y se expresan en cotidianidad de sus habitantes. Pero aquí nos atreveremos a mencionar algunas de ellas por cuanto conocerlas también resultará clave para la plena integración de quienes deciden comenzar una nueva vida en el país ibérico.
La vida social en España es vibrante y abierta, y disfrutar del tiempo al aire libre es un factor común de un lado a otro de la geografía nacional. Y claro, para ello las terrazas de bares y cafeterías son maravillosos puntos de encuentro, donde las personas se reúnen para charlar, compartir tapas variadas que acompañan la bebida y disfrutar de un café, una caña o una copa de vino. Ir de “tapeo” es una práctica habitual, y andar de un bar a otro, probando distintos sabores y disfrutando del ambiente, es parte fundamental de esta tradición. De hecho, muchas ciudades cuentan con rutas de tapeo, donde se pueden probar especialidades típicas de cada zona y descubrir los mejores establecimientos locales que las ofrecen.
Una tradición muy española es la forma en que se organizan las comidas y los horarios. Los almuerzos (aquí llamados comidas) suelen comenzar alrededor de las 14:00, mientras que la cena puede alargarse hasta las 22:00 o incluso más tarde, sobre todo en verano, cuando es común ver a familias y amigos disfrutando de largas veladas en restaurantes y terrazas hasta bien entrada la noche.
Sobre la famosa siesta también habría mucho que apuntar pues, aunque menos practicada a diario dado la lógica adaptación de la sociedad a los nuevos tiempos y ritmos, este momento de pausa tras las comidas sigue siendo un elemento característico de la cultura española. En algunas ciudades todavía es común ver tiendas cerradas durante las horas de la siesta, reflejando la importancia de este momento de descanso. Y, de hecho, en algunas zonas rurales y en momentos específicos sigue siendo habitual, como los fines de semana o durante las vacaciones.
España también es un país con una fuerte tradición familiar y ello se expresa de muchas maneras: desde las comidas familiares de domingo y en festividades como la Navidad; hasta el respeto que se confiere a los abuelos, figuras esenciales en la educación y cuidado de los más jóvenes. Por supuesto, los modelos familiares han evolucionado con el tiempo, pero el sentimiento de arraigo y la cercanía entre parientes sigue siendo una característica distintiva de la sociedad española.
En España no se da uno, sino dos besos en la mejilla, y por lo general el estilo de comunicación es abierto y poco protocolar. La hospitalidad y cercanía afectiva es, sin dudas, un rasgo destacado. Es común que los españoles inviten a sus casas a amigos y conocidos, comida y bebida mediante, para compartir en grupo. Y es justo decir que también hay una cultura de ayuda mutua, donde vecinos y amigos se apoyan en distintas situaciones que pueden requerir de una mano solidaria.
Por último, no podemos dejar de mencionar las festividades en España y cómo su disfrute son el reflejo de la pasión por la vida, el respeto de las tradiciones y el sentido de celebración en comunidad de los españoles. Cada región tiene celebraciones emblemáticas que marcan el calendario con eventos espectaculares, desde Las Fallas en Valencia, hasta los Sanfermines en Pamplona, pasando por la Semana Santa en Sevilla y Málaga, o las propias fiestas patronales de pueblos y municipios en torno a las cuales sus pobladores y visitantes se reúnen para disfrutar de las tradiciones del lugar, la música, la danza, los desfiles y la gastronomía.
Y entonces, ¿crees que te adaptarías fácilmente a esta filosofía de vida?😊